España, campeón mundial
Un gol de Andrés Iniesta, en el minuto 116, proclamó a España campeón del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en la primera final que disputaba, mientras que Holanda deberá esperar hasta el 2014 en Brasil para intentarlo por cuarta vez. La 'Roja' se coronó como la mejor en el Soccer City de Johannesburgo y rubricó un título de ensueño.
Todo un premio a una generación grandiosa, que ha llevado al fútbol español a la excelencia y a las más altas cotas, y todo un castigo para una selección holandesa que distó notablemente de la imagen mostrada hasta ahora y que no fue digna heredera de aquellas generaciones grandes que lideraron Johan Curyff y Marco Van Basten, y cayó en su tercera final de un Mundial tras la de Alemania'74 y Argentina'78.
España fue mejor, sin discusión. Pudo haber ganado antes, mucho antes, pero también podía haber perdido si no surge, de nuevo, su gran capitán, Iker Casillas, para amargarle la noche a su ex compañero Arjen Robben.
Del Bosque volvió a confiar en Pedro Rodríguez en detrimento de Fernando Torres tras el espectacular partido que cuajó en semifinales ante Alemania, en tanto que Bert Van Marwijk recuperó para la causa, tras cumplir su sanción ante Uruguay, al lateral diestro Van der Wiel y al medio centro De Jong.
España asumió de salida su rol dominador. Llevó las riendas, quizá hasta más de lo esperado ante una Holanda que prácticamente no quiso o no pudo jugar, porque la presión de los pupilos de Del Bosque también se lo impidió. Lo más extraño fue que el cuadro 'oranje' se dedicó a destruir de manera exagerada, hasta de forma excesivamente brusca para jugadores que se caracterizan por su calidad.
Un gol de Andrés Iniesta, en el minuto 116, proclamó a España campeón del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en la primera final que disputaba, mientras que Holanda deberá esperar hasta el 2014 en Brasil para intentarlo por cuarta vez. La 'Roja' se coronó como la mejor en el Soccer City de Johannesburgo y rubricó un título de ensueño.
Todo un premio a una generación grandiosa, que ha llevado al fútbol español a la excelencia y a las más altas cotas, y todo un castigo para una selección holandesa que distó notablemente de la imagen mostrada hasta ahora y que no fue digna heredera de aquellas generaciones grandes que lideraron Johan Curyff y Marco Van Basten, y cayó en su tercera final de un Mundial tras la de Alemania'74 y Argentina'78.
España fue mejor, sin discusión. Pudo haber ganado antes, mucho antes, pero también podía haber perdido si no surge, de nuevo, su gran capitán, Iker Casillas, para amargarle la noche a su ex compañero Arjen Robben.
Del Bosque volvió a confiar en Pedro Rodríguez en detrimento de Fernando Torres tras el espectacular partido que cuajó en semifinales ante Alemania, en tanto que Bert Van Marwijk recuperó para la causa, tras cumplir su sanción ante Uruguay, al lateral diestro Van der Wiel y al medio centro De Jong.
España asumió de salida su rol dominador. Llevó las riendas, quizá hasta más de lo esperado ante una Holanda que prácticamente no quiso o no pudo jugar, porque la presión de los pupilos de Del Bosque también se lo impidió. Lo más extraño fue que el cuadro 'oranje' se dedicó a destruir de manera exagerada, hasta de forma excesivamente brusca para jugadores que se caracterizan por su calidad.
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