Por el homicidio de Aída Cecilia Lasso Gemade, candidata a la Alcaldía de San Alberto, Cesar, y de su hija de 12 años, Cindy Paola Rondón Lasso, ocurridos el 21 de junio de 2000, fue condenado Wilson Salazar Carrascal, alias ‘El Loro’.
La sentencia anticipada fue proferida por el Juzgado Único Penal del Circuito Especializado de Valledupar, al encontrar responsable al ex paramilitar de los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y concierto para delinquir agravado.
El crimen de Lasso Gemade quien fue funcionaria por más de 18 años en la Alcaldía de San Alberto, fue una de las primeras evidencias obtenidas por la Fiscalía, sobre las alianzas entre paramilitares y políticos.
Wilson Salazar Carrascal, alias ‘El Loro’, fue el primer condenado de los postulados a la Ley de Justicia y Paz. En marzo de 2008 lo sentenciaron a 70 meses de prisión, pero cinco meses después, la Corte Suprema de Justicia anuló en segunda instancia el fallo y devolvió el proceso a su etapa inicial, al considerar que hubo fallas al no incluir dentro de los cargos el de concierto para delinquir. El Alto Tribunal dijo en la sentencia que “el hecho de no incluir el delito de concierto para delinquir le quita jurisdicción a la Ley de Justicia y Paz sobre delitos que eventualmente podrían ser analizados por la justicia ordinaria”.
Wilson Salazar Carrascal, conocido con el alias de ‘El Loro’, fue un patrullero del frente ‘Héctor Julio Peinado Becerra’, del Bloque Norte de las Autodefensas del Sur del Cesar’ que delinquieron en esta parte del departamento y en algunos municipios de Norte de Santander. ‘El Loro’ ingresó a las autodefensas en 1994, en el municipio de San Martín, Cesar, bajo la conducción de Juan Francisco Prada Márquez conocido como ‘Juancho Prada’. Su accionar era en los municipios cesarenses de San Martín, Aguachica, San Alberto, Gamarra y Río de Oro, y en Ábrego, Norte de Santander.
Masacre ecológica en el Sur del Cesar
Como una masacre ecológica fue catalogada por las autoridades la muerte de más de mil patos yuyos y pisingos del canada, que al parecer consumieron agua envenenada en la vereda Aguas Blancas, jurisdicción del municipio de San Martín, sur del Cesar.
La denuncia fue hecha por Ramón Galvis Ortiz, director de la Umata de San Martín, quien manifestó que además de los patos, murieron otras especies que están siendo identificadas por funcionarios de Corpocesar y la Policía Ambiental y Ecológica, quienes hacen presencia en el lugar de los hechos.
Galvis Ortiz señaló que en el lugar, además de los patos, se ha encontrado un gran número de culebras y pájaros muertos.
De acuerdo con lo establecido por las autoridades ambientales, la masacre ecológica en zona rural de San Martín se registró por la utilización excesiva e indiscriminada de agroquímicos en los cultivos de arroz de la vereda Aguas Blancas.
Miembros de la Policía Ambiental y Ecológica, de Corpocesar y voluntarios trabajan en la evacuación de las especies muertas, para evitar más contaminación en la zona.
Sanción para los responsables El director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Virgilio Calderón Peña, indicó que hasta el lugar de los hechos se desplazaron los funcionarios de la Corporación para investigar las causas de esta masacre ecológica, ubicar al infractor y aplicar el proceso sancionatorio correspondiente. Calderón Peña manifestó que “una vez identificado el infractor, se le dará trámite al debido proceso donde el infractor puede defenderse y posteriormente la Corporación impondrá la sanción que puede ser pecuniaria o de otro tipo ambiental”, señaló.
Otra comisión de Corpocesar partirá hoy, para la vereda Aguas Blancas, con el fin de continuar con la investigación sobre este hecho que golpea la ecología del Cesar.
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